Y sin embargo, este guionista que se gana la vida poniendo por escrito las ideas que se le ocurren, cocreador de personajes como Pomelo o Violencia Rivas, sostiene que el concepto de la creatividad como superpoder que solo poseen unos pocos afortunados es una falacia que sería mejor erradicar.
Su taller Cualquiera puede ser creativo así lo predica para quien quiera escucharlo. La propuesta ha despertado el interés de estudiantes y profesionales de ámbitos que exceden el mundo de la comunicación y la producción audiovisual.
La propuesta que desarrolló para docentes en el marco de Sinestesia se centró en ese principio. "Trabajé con ejercicios de creatividad que proponen la experiencia de generar una idea por disciplina, método y trabajo", explica Saborido. "No es la inspiración sino la actitud la que nos hace creativos".
La dinámica planteaba un ejercicio: la escritura de una historia a partir de pautas temáticas y temporales, en solo 20 minutos, una dinámica de creación que parte del compromiso con la tarea. "De esa manera podés demostrarte que sos capaz de generar ideas, salir de tu historia, de tu propia mirada", explica. "Cuando experimentás eso, descubrís algo nuevo sobre vos". Incluso los que se mostraban como más "estructurados", recuerda, se sorprendieron por su capacidad para escribir y desarrollar una idea en un tiempo tan acotado.
"Se aprende mucho cuando hacés un taller con los que enseñan", responde cuando se le pregunta cómo le resultó a él la experiencia, y lanza, como al pasar, una recomendación fundamental: "No separar el aprender del hacer o ejecutar".